Dénia es una ciudad fácilmente accesible y muy bien comunicada por vía terrestre. Su cercanía a la autopista AP-7 permite acceder desde allí a muchos otros lugares de la Costa Blanca que vale la pena visitar. A media hora aproximada en vehículo desde Dénia encontramos a pie de ruta las interesantes poblaciones de Calpe y Altea, el mayor enclave turístico de la costa valenciana, Benidorm e increíbles parajes naturales como el Cabo de la Nao.
El Cabo de la Nao, el extremo del litoral valenciano
El Cabo de la Nao (Cap de la Nau) está en la vecina población de Jávea. El Cabo de la Nao, un paraje natural que ofrece unas vistas inigualables es el extremo más oriental del litoral valenciano y marca la separación entre los golfos de Alicante y Valencia. Dénia y Jávea están separadas físicamente por el Parque Natural del Montgó lo que hace que pese a la distancia en línea recta entre ambas poblaciones sea escasa, haya que recorrer unos 20 kilómetros por carreteras secundarias hasta llegar al Cabo de la Nao. Un poco más de media hora en coche, pero que valen la pena para poder ver este singular paraje natural caracterizado por su faro de 20 metros. En un día claro, además, se puede ver desde allí la isla de Ibiza que se encuentra a sólo 85 kilómetros de distancia.
Calpe, paseos junto a lugares insólitos
Sin salir de la comarca de la Marina Alta, a media hora por autopista desde Dénia, podemos encontrar la población costera de Calpe. Esta ciudad cuenta con numerosos atractivos que van más allá de sus numerosas y variadas playas y calas. El casco antiguo de Calpe y su puerto merecen una visita reposada. También es muy recomendable una visita a las salinas, una antigua laguna salada y que hoy es un lugar ideal para un paseo tranquilo. Para los que les gusta obtener fotos sorprendentes vale la pena acercarse a la Cala Manzanera, entrar en el antiguo Club Social y ver el sorprendente edificio que construyó en las proximidades el arquitecto Ricardo Bofill, conocido como la Muralla Roja.
Por supuesto no puede faltar una visita a uno de los símbolos más conocidos de la Costa Blanca: el Peñón d’Ifach. El Peñón, que se puede visitar, destaca por sus 332 metros de altura y por estar unido por un estrecho istmo al resto de la costa de Calpe.
Altea, casitas encaladas frente al mar
Ya fuera de la comarca de la Marina Alta, a 36 minutos de Dénia por la AP-7, nos encontramos con la bella población costera de Altea caracterizada por sus casas encaladas de blanco.
El casco antiguo de Altea no ha perdido el aire de pueblo de pescadores y es una delicia dejarse perder entre sus callejuelas y plazas cargadas de sabor mediterráneo. El callejear por el casco antiguo de Altea nos llevará inevitablemente hacia la denominada como la Cúpula del Mediterráneo la Iglesia de la Señora del Consuelo, denominada así por sus tejados de cerámica azulada. La iglesia está situada en la parte más elevada de la villa por lo que desde allí se pueden disfrutar de bonitas vistas.
Además, Altea cuenta con un muy bien cuidado paseo marítimo y un activo puerto en el que se mezclan las actividades deportivas y pesqueras tradicionales.
Benidorm, el gran centro de ocio de la Costa Blanca
A 38 minutos desde Dénia por la AP-7 se encuentra el que es sin duda uno de los centros turísticos más conocidos del mundo: Benidorm. La ciudad aloja en verano una población permanente de medio millón de personas y ofrece una inacabable oferta de ocio a sus visitantes permanentes u ocasionales, sea cual sea su edad. Una oferta que es tanto diurna como nocturna. En verano, Benidorm es una ciudad que nunca duerme.
También hay muchas opciones para el turismo familiar más allá de las visitas a la playa y de dejarse sorprender por la altura de los rascacielos. En Benidorm las familias con niños pueden visitar parques zoológicos como el de Terra Natura; parques acuáticos como Aqualandia, parques de animales marinos exóticos como Mundomar y parques temáticos y de atracciones como el popular Terra Mítica.